domingo, 18 de noviembre de 2012

Felicitaciones

Celebro la más alta pensadora y poetisa de nuestro país. 

¿Qué debo decir?
¿Debo? extraño resulta
si se toma en cuenta mi escritura
que por elogiar, insulta.

Y aunque de genio gozara
el titulo de "felicitaciones caras"
al culto de la santa
resulta indigna la tiara
no, por las torpes manos, clara

Así pregunto, tímido, entonces
¿si de tiernas flores
a la grandeza para sus goces 
otorgo, o incipientes frases
groseras a sus finas artes
resultan agravantes

Por ello por "debo" "fresco"
lo más caro, lo más presto
lo que grandes ven bruto
pues aunque esforzado el intento
a los ojos resulta tonto.

Pero espero los años celebres
días y años hermosos encuentres
los más gratos placeres
musa de mil fieles.

Pues los años no bastan
para igual la sumada casta
Venus la belleza mas alta
Sócrates en la filosofía encantas
y en el arte... sólo tú cantas

Dignícima señora disculpa
y omite mi evidente culpa
y sólo con la dorada copa
brinda y al compás del arpa
tus años da purpurea capa
pues mereces la omega y alfa.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Auto de fe




http://www.vallenajerilla.com/berceo/gildelrio/autodefe.htm


  • Disculpas ofrezco a los creyentes fieles, no es mi intención ofenderles, sólo dedico estas letras gritos desgarrados del alma que calla. 



  • No llores ingrato... arrastras flores escondiendo engaños, sentencias locos los aciertos ajeno al dolor, gozoso de mi encierro.

    Juras triste el deceso: "la batalla ingrata
                                             arranca la clara,
                                             dejando por bien la daga
                                             la hiel amarga."

    Emponzoñas pues el vino
    resplandeciente fuego que vino
    a quemar las notas del himno 
    a romper las prendas de lino
    para luego excusarte diciendo "el destino
                                                           borda mil hilos
                                                           sin saber del error el filo
                                                           cortar el tierno lirio”.

    Por eso maldigo el nombre
    que quitó el oro dejado el cobre,
    por divertir al aburrido hombre
    que lejano debería del dios el cofre.

    Quitaste del desierto el hambre,
    las estrellas amarraste con alambre
    y obsequiaste al aire lúgubre
    risas de un sol pobre.

    Deseo tu muerte
    verte triste
    golpearte,
    olvidarte,
    sentirte y dejarte...               
    maldita suerte y pensar que llegué a amarte... creerte.

    Hoy espero derrumbado verte
    y tu maldito arte ose dejarte
    de nuevo
    crucificarte 
    y con mi más excelso corte vengarme...

    lunes, 22 de octubre de 2012

    Petición y agradecimiento


    
    http://psiquepuedes-post.blogspot.mx/2010/11/gratitudella-gratitudel-felicidad.html
    Siendo rastrojos pisados por los pies desnudos, en el letargo constante del sueño adueñado por el discurso de la letra, grato resulta el gusto del personaje externo, quien su vista fija ausente del mundo sobre el digital diseño encontrando las gracias merecidas por su gusto y esfuerzo, pues cansado el intento de buscar sentido al laberinto escrito de este su loco novato.
    
    También disculpas muestro ante la constancia ausente que pierde el rastro por escuela y trabajo, pues siendo corto el rato el dedo dulces bailes del ritmo pierde pues cortado el soneto el compás es congelado.

    Sin embargo creo, al menos mostrar el dulce gesto que a ustedes debo, pues pendiente siendo de su gusto (si puedo al menos espirar a eso) el paso falso se convierte en olvido segando el deseo.

    Espera a ustedes pido pues el documento obligado para la tocar la meta escribo y siendo largo, una vez a la semana publicar, espero.

    lunes, 27 de agosto de 2012

    Noticia

    Ahora estoy en:
    http://www.facebook.com/alan.gonzaga.33

    Le informo que los programas de radio de "Óclesis el artificio en la radio y  "la casa está sola" ya no se trasmitirán más por circunstancias ajenas a los directores y a los nosotros, los colaboradores. Sin embargo el blog sigue normalmente, éste como y el de Óclesis: victimas del artificio (http://oclesianos.blogspot.mx/).

    Les pido que comenten y compartan tanto este blog como en el de Óclesis, así como me pueden pedir que les escriba algo para ustedes o alguna persona(s) a la(s) que deseen decirle(s) algo, sólo bríndenme  las especificaciones del tema, la intención, el sexo de la persona deseada y el suyo.

    Les mando un gran saludo un un fuerte abrazo.

    Mil gracias

    lunes, 13 de agosto de 2012

    cuento 2






    Maldito el momento en el que decidí ir. Carajo, sabía que terminaría así. Él echado en la cama, igual que el resto, y yo viéndolo.

    Por qué siempre tengo que caer en estos enredos, por qué no puedo tener una relación seria.

    ¡mm…! Ya son las 10:00 y este cabrón no se va, ni siquiera se ha despertado… ¿tendré que correrlo?

    10:15 y sigue dormido. Al menos se ve lindo, esos rizos rubios cayendo sobre su rostro hermoso de porcelana le dan un aire de ternura e inocencia. Si no lo hubiera sentido ayer, creería que es un tierno conejito y no un perro furioso.

    10:37 y tengo hambre, pero no puedo dejar a este tipo en mi cama, solo, mientras voy a buscar algo de comer. ¿Y si mi amiga llega y descubre la verdad? Qué sería de mí, una persona tan respetada e influyente en la publicidad no puede tener resbalones como éstos.

    Qué dirían mis jefes que me aceptaron en el grupo élite de la empresa a pesar de los chismes de mis compañeras de trabajo. Malditas celosas y además pendejas, no es mi culpa que los hombres me prefieran más a mí que a ellas, en especial los jefes. Soy inteligente y además gozo de la mejor personalidad que es rara ver en una persona tan atractiva como yo.

    Creo que lo que les duele es el hecho de que a mí, siendo como soy, me lleven flores discretamente, como si fueran adolescentes, que me den regalos de lo más encantadores, me dediquen, incluso, canciones y poemas, cuando a ellas ni siquiera un “buenos días”.


    Si tu presencia, querida mía,
    a mi deseo le es grato
    lo celebre pues, tu jubilo,
    mientras yo disfruto, de tu presencia, encanto.


    ¡Ja!, cuándo les han dedicado algo como eso…

    10:58, qué feo está mi cuarto, tengo que arreglarlo y pintarlo, de lo contrario no tendré a otro hombre como éste la próxima ocasión. Si así ya se me estaba rajando. ¡Ah, pero eso sí!, apenas me invadió con su enorme ser, empezó a gemir de placer… diablos, ya ando con ganas otra vez y este güey no se despierta.

    11:18… el agua está muy fría, a pesar de que ya calenté el baño por 15 minutos, carajo si estuviera con aquel muchachote sería un baño divino. Adoraría su calor y su cuerpo fornido mientras me olvido del agua.

    ¡11:30! ¡Carajo ya es tarde! Lo bueno es que hoy no voy a trabajar, pero ahora sí ya me harté, tengo hambre, el baño estuvo terrible, y mi amiga ni siquiera me ha hablado por teléfono para decirme si ya viene o no. No puedo dejar esto así; lástima que no pude disfrutarlo una última vez.

    11:45 y aún no termino. Este tipo ya está duro, debí cortarlo en cuanto lo maté. Qué lástima lindo, te hubieras quedado y no habrías muerto.

    12:59 es la última vez que hago esto, lo juro, como me dijo mi madre en una ocasión cuando se quejó de mi padre:“pinches hombres pendejos, todos son iguales, apenas ven un defecto mínimo y se van… espero que no seas como ellos hijo”.
    Bueno, por lo menos ya está en la basura; y ahora tengo que volverme a bañar.

    sábado, 11 de agosto de 2012

    Cuento 1


    Sentado dentro del auto, sonríes satisfecho por tus habilidades de engaño. Tu esposa no te reclamó en lo absoluto a pesar de su gesto de molestia. No tardaré mucho, le dijiste.

    Te diriges a la farmacia habitual, donde te espera tu amigo con el paquete envuelto en una bolsa negra.

    -Gracias hermano, siempre me salvas. Por eso te quiero- bromeas

    Giras la cabeza mirando a la encargada de la caja que te sonríe deslumbrada por tu soberbio aspecto. Alto, atlético, sin un gramo de grasa por las chingas que te das en el gimnasio, portando un traje Armani sin corbata, unos lentes negros que cubren tu rostro varonil y tu cabello castaño claro y largo. Le sonríes, le das 200 pesos y te devuelve 57.

     De regreso en el coche, te acomodas el cabello con tus dedos de pianista, lo enciendes y te diriges al tu hotel favorito.

    Como chiquillo de secundaria, los nervios te comen, apenas y puedes controlas los movimientos de tu cuerpo; tomas la llave de la habitación con torpeza, que provoca una risa burlona del recepcionista nuevo. Te diriges al elevador sin tomarle importancia pensando que sólo es un pobre diablo con el rostro más feo que has visto.

    Se te hace lenta la velocidad con la que subes los 3 pisos. Impaciente caminas de un lado a otro, sientes ya la orquesta que corre desde tu abdomen hasta tu entrepierna.

    Por fin llegas, caminas tratando de calmarte, el prematuro éxtasis musical es casi incontenible, quieres gritar, brincar, bailar, golpear todas las puestas que encuentras. La adrenalina del peligro ya te ha atravesado.

    En frente de la puesta apenas introduces la llave, quedas en tinieblas; sonríes, volteas y la ves, hermosa, delicada, con su rostro aun infantil, sonriéndote ansiosa, incapaz de contener el deseo de tenerte.

    Abres y los dos entran.

    Ella se arroja a la cama y comienza a brincar sobre ella, pequeña niña adolescente, piensas. La observas, gustoso por el amor que le profesas, aun mayor el de tu esposa.

    Se sienta, toma una almohada y la coloca entre sus piernas cruzadas al mismo tiempo que la abraza. Sus ojos te sonríen nervosos, y como llamada de guerra, acudes rápidamente.

    Te precipitas sobre ella, le arrancas la ropa con bruscos movimientos, poseído ya por su aroma familiar y dulce, te desvistes y abres sus piernas con fuerza, ella te sonríe ansiosa por el juego. Ambos se fundes, la embates con fuerza mientras ella te canta su placer al oído.

    Ya incapaz de continuar, siente tus movimientos forzados y rápidos, anuncio del limite. Te abraza con piernas y manos evitando tu escape y tú aceptas la prisión. Allí acaban con tu gruñido sordo y su silencio roto.

    -Tenemos que dejar de vernos así por un tiempo- le dices después de recuperar el aliento.

    -¿Por, ya sospecha?- se acuesta sobre ti aun con la respiración entrecortada y con la replica algún espasmo.

    -No de ti, pero si de un posible engaño.

    - Entonces, la próxima vez- sonríe feliz – saldremos como padre e hija.

    Tú sólo sonríes.

    -Te amo papa.

    -Yo también te amo hija.


    martes, 15 de mayo de 2012

    Adiós Don Carlos

    El agua de la fuente la dulce brisa cesa; se ha acabado el poso.




    A mi gesto agravio funesto, torva siniestro, cabizbajo… sin el vehemente gusto del tierno fuego acaba el sueño, aniquilado, con el canto del heraldo del señor Itzam Ná, al precioso de las letras dueño.

    Triste, Tláloc funesto cierto llora, mientras en Mictlan fiestas gratas, fortuna suya, gozan por el ultimo suspiro. ¡Qué triste designio del señor del lienzo, empacar los libros, dejarnos sin aliento!

    Aunque es sincero, amargo trago, el designio. Se llevan al genio dejando al pendejo, que confusos por su aliento, a tan gratas del hombre obras fue falso lo que juró cierto.

    Pero olvidemos el incidente aliado del desprecio, y digamos que, señor nuestro, dejaste el recuerdo del bello campo, ahora desierto. Pero orgullosos corazones de tu esfuerzo muestran, lujo de tan encomiable encuentro, pues diste el más hermosos regalo llevándote los ganados premios.

    Ve pues, descansa del fatigante sueño, descansa de este que fue tu suelo y goza del bien formado cielo, deiforme caballero; pues ten por seguro brillante ciervo, tus letras enseñanzas dieron, a los jóvenes alumnos y grandes maestros.
    Ya ochenta y tres días… aciago fin, hermoso tiempo.





    Mis más sinceros pésames a la familia y amigos… desgracia mía no tomar su mano y en persona conocerlo.


    martes, 8 de mayo de 2012

    Teoría del origen




    Allí estaba, en medio de la inmensa tierra, los mares por el tiempo derretido en olas gigantes y furiosas detenido. Con mis manos y mi rose manipulaba minúsculas gotas indivisibles. Formaba figuras arbitrarias, mientras mi existencia en aquel cráter, aún con la piedra alienígena brillante, perdida imaginaba quimeras, arrogantes bestias sujetas aun a los halos hilados.

    La sed me invadía, de mi imprudente juego harta. Por el agua opté recorriendo hacia el sur el resto del campo con pies ausentes. 
    Me encontré con una selva deforestada, hectáreas de retoños odiosos escondites de tesoros, sobre el borde superior  de aquel cenote, por dos guardianes custodiado, erguido un pequeño templo en honor a alguna diosa, se escondía del espionaje. 

    Comencé a beber, frecuentando los pies del monumento, con rabiosa insistencia buscaba sin conseguir calmar el calor con las gotas.

    Así, cinco jóvenes se acercaron, hermosas doncellas de templos, de mi condición apiadándose, mi rostro tomaron guiándome… otra fuente buscamos; había cambiado por el coro de cisnes el entierro del peregrino.
    Los rezos ajenos forjaban la espada del héroe furioso que precipitaba los golpes en la batalla del sur mientras yo pedía perdón en el norte.
      
    Gaia, la de hermoso rizado, golpeaba vengativa mi cuerpo, mientras arañaba la coraza de mi centro por los dones de Venus invadida.

    Locos los dos, demostrábamos amor discorde, cada quien luchaba por su rey que batía la tierra con la fuerza contra las nubes deformes apoyadas en el árbol del sueño.

    Llegaban ya las libélulas que jugaban a secretos con nuestras cunas de dedos, allí donde los susurros son mas graciosos y las estrellas sólo se asoman enfrente del mar.

    Ahora todo era desierto, pasaban blancos caballos errantes y perdidos que apenas notaba el tiempo su paso se comió Ares los besos.

    Ya cansados temblaba el suelo, las montañas camas del adulto y el infante, retaban con lanzas como último ataque, que resulto den desastre, mientras yo   explotaba  en un rayo furioso que golpeaba contra el seno de Coatlicue.

    Mil veces las batallas fragüe contra la diosa, quien feliz estuvo de enfrentarme.

    Fue así querida mía que tu hermana y tú nacieron.

    viernes, 27 de abril de 2012

    Protesta… sin holocausto




    ¿Por qué será que a los nevados amantes al verlos, el deceso de las hojas en contra de la endorfina ciento? Queman sus besos sus decoros, la espera de él, y el dulce sueño de su amante. La envidio, pues no importa el tiempo, la espera del guerrero será eterna.

    Pero aquella pintura adoro y sobre todo el cielo vainilla.

    ¡Qué extraño, alado deseo, a mis pies, esa imagen cautiva en mi centro, atraen ansiosos!
    ¿Por qué, del ojo derecho hija, divinal reina, a este maíz humano, de tus dedos lejano, con la misma fuerza de Susanoo empujas de Yahveh soplo a tu rubio lienzo?

    ¿Será que Su aliento, turquesa de Sus hermosos azahar, aún tibio, travieso, a aquel océano de mis risas nerviosas susurrará y  en donde versos de singular figura esculpirá en mi vaina, cambiando por delicados ríos el detestable manto al regreso de mi persona a la tierra del oro?

    ¿Acaso soy cara de tu gusto… cumplirás mis anhelos?
    Corriendo los instantes pasan, apenas rosando el terso rostro, y aquel cielo vainilla en cereza se transforma, luego, imagino el cofre tintero y el pincel blanco que, por vehemente deseo, se precipita en contra del cielo borrando sus riscos polares y campos de delicadas imágenes.
    Las juguetonas infantes cubrirán la escena, declarando la sentencia de su capricho y yo, al rastrojo de aquel capricho ajenos me entrego.

    Lo sé… en el ser sin sombra de los mil rostros me sumerjo.

    Envuelta en el capullo blanco, las flamas  de distintas tintas, ansiosa arrojo, con rabia aquel cerrojo rompo pues me asfixio… sólo con las ventanas de aquel encierro libre me siento y, sobre todo, ante Sus decoros.
    Ya ignoro aquel anciano sin miembros, que de tan déspota designio triste me encuentro, pero ahora, libre de su señorío, por fin sabré que hay entre los brazos de Amaterasu. 

    A su excelentísima señora… la condesa de paredes, que de disgusto mío es no poder el conocerla. Pero me atrevo, con el perdón de  su señora, estas líneas dedicarle, pues en mi mente elucubro el deseo suyo del que hoy padezco. Pues estando lejos del encierro amante, estando libre en su corazón y pensamiento, el horizonte al mirarlo, hieles tragaba e impotencia invadía su persona por no poder estar con quien amaba, y aunque razón para mi mal no encuentro, el suyo entiendo.  

    martes, 24 de abril de 2012

    Estoica



    Allí, del tiempo amante sentada, a aquellos vagabundos en el surrealismo enterrados admiras y  de donde tus gustos del mundo salvas, un lienzo adornado sacas y tu arte inicias.
    Los delicados pinceles extiendes con dulce técnica y tu semblante esbozas, tu propio halo en un instante creas y al siguiente los deshaces. Cisne, tus alas abres simulando el vuelo mientras a Gaia el rostro de rojo tiñes.
    Te plasmas…
    Doblas y estiras tu figura elevándola, mientras, tu sombra inmóvil te admira y en un impulso rabioso, en un tumulto de compases, agitas tu imagen. La excitación te invade, maniobras las olas de colores teñidas por tus dedos y en eses baúl del arte antiguo te encierras.
    Con movimientos ajenos a la obra de Hunahpu Utiu elucubras mientras metáforas de tus anhelos tu cuerpo crea.
    Ya tu ser, en el capricho de tus manos se pierde y ahora, con tu sombra que el ritmo de la música lleva, bailas y sonríes por el clímax prematuro.
    Fumas el aroma del aire cargado, tus piernas la fuerza pierden y tu cuerpo tiembla.
    Lo sientes… ya llega…
    De la orquesta, el director, con su pluma en la partitura del sonido dibuja vehemente y tú, te preparas.
    Tus últimas líneas disfrutas, tu movimiento al viento de luces carga y en el canto más agudo del violín precipitas el encanto y de pronto… te paras.  La música sus últimos versos agonizantes y en tu final metáfora culmina.
    Y allí te quedas…
    Eternamente hermosa…

    viernes, 20 de abril de 2012

    Último rezo




    ¿Qué soy…?

    El remanente resultado de la probabilidad ocasional, el inherente error de la ecuación contraria a la razón o el objeto de bromas del máximo anhelo humano.

     ¡Qué aciago eres…! Tan terrible discurso de la afilada lengua se ha escapado.

    Tú, vistes de regalo a aquel tiempo enroscado en el vientre a quien, por él, aclama, concedes sakuras hermosas a quienes portarlas deben, dibujas las más delicadas formas con esmero y arrojas aquel fuego centelleante en los ojos del amante.  Y a mí, objeto de tu desprecio y cansado de tu lineal trabajo, decides divertir tu aburrido gusto.

    El alma al ojo le es contraria, la mente se mira en un reflejo absurdo, el sentimiento al rostro le es ajeno e íntimas a los objetos por naturaleza extraños tomando por mal, lo que por bien, ajeno diste. Ingrato a mi gusto tratas, retratando en la mirada de mis desvelos el objeto, y allí, en el trono de los bufones mi cuerpo postras, donde por corona la palabra “estúpido” se muestra y el cetro de goma mi mano lleva.

    Si por gusto o descuido en mi camino tan ingrato objeto diste, pido, que al menos, pronto fin a mi desgracia des, pues en este mando de Cronos, el remedio del rose de mis manos lejano se encuentra. Pues que sería una gaviota que, pretendiendo ser un águila, vuela cercano al reflejo del ponto, y en su éxtasis, por la más sencilla de las hazañas hechas, deja en caída su cuerpo, pretendiendo agarrar con las patas al pez.  

    De igual sentencia objeto sería, si en mis actos reflejada mi mente se encuentra calmando así mi sentir.

    ¡Qué desgraciado eres…! Sin más razón cambiaste por pantalón la falda.

    jueves, 19 de abril de 2012

    A un hombre tonto…



    ¡Qué extraño sentido…! Ansioso cruel deseo del encierro.

    De vehemente brillo tus ojos crueles lucen mi sonrisa amable al verla; buscando con necio anhelo en mis brazos y piernas, detestable lastre, ceñirme y con gran cinismo lo presumes.

    Gratas figuras, notas tibias, confieres pleitesías, objetos fríos aparcando en mi alcoba, creyendo ser aliado de mis gusto, y aunque halagador es el intento, cruel es mi cerrojo.
    Siendo libre se nace, pero se busca ser objeto de prisión... ¡cierto!,  y aunque tú, patíbulo, divina sentencia a tu gusto dictas, ignoras mi deseo.

    Das voces jurándome tuya, creyéndome de tu propiedad objeto…
    Pero soy de quien yo llamo mía, porque de ella soy y no porque realmente lo sea…
    Son egoístas tus oficios, devoto peregrino, pues pretendes que la santa de su pedestal celeste, besos de mi santa, a tu anatema baje, con delicadas caricias pretendes calmarme y con fieros embates quieres matarme.

    Si así a tu amor encuentras afable, ¿qué regalo pretendes darme, cuando cansado de mi gesto quieras dejarme?

    No busques más mis agrados, pues erróneo son tus intentos de mi encanto.

    Por eso, busca a quien atienda tus anhelos, encomiable encuentre a tus detalles, con ceguera ame tus decoros y hermosos encuentre a tus reparos.
    A quien sus desvelos, sobre tu cuerpo, encomiables los encuentre y aquella quien a tus deseos por tu rostro los bese.   

    No pretendas mas mis sentires, pues, sin duda, será pérdida de tiempo, y a tu entendimiento apelo comprender que entre tu, hombre, y esta mujer solo habra desprecio.


    Dedicado a Teresa... lamentamos haberte molestado.

    martes, 17 de abril de 2012

    Santa madre, devota esposa



    Del rubio esposa y del portador amante.

    Tú que de ojos azules al profeta pintas y de tez blanca
    vistes, amor y perdón predicas y de ignorancia vives.

    De hierro mano, con piel vestida, sobre el mendigo alzas. Con una el rostro acaricias, con la otra la espalda dañas.Con humildad caridad exiges pues nubes al ingenuo ofreces
    mientras al otro a los siete círculos condenas.

    Tu rostro, el liviano en el sombrero porta, mientras
    por gusto mutuo a su hija viola. De la inocencia -Segni- ingeniosas 
    palabras de Gregorio, la espada, por hermoso 
    holocausto, tus ojos encomian.

    ¿Por qué tus labios, la imagen de quien vicaria eres,
    acciones exiges, si en tu pecho y casa de Marx sentencia 
    con orgullo sigues?

    Y con ese afán el hierro desnudo ante el rostro blandes,
    exigiendo ámbar para tu ambición ufana.
    No así en tan cortés expedición, tus hijos y amantes 
    mandaste y exigiste a númenes y gentilicios a tus pies, 
    cubiertos de soles, postrarse.

    491 veces con tu mando al ingenio asedias, pues 
    quien se atreviese a designios negarte, de daga vista y de 
    reptil lengua, saña a tus cautivos inyectas y con violencia a 
    hermanos enfrentas.
    ¿O acaso, en mis sentencias erro?

    No tú, cómplice del vaquero, a tus hermanos de patria,
    por un disparo que en contra del invasor se escuchase, con 
    ausencia de redención condenabas.

    No tú, de Maximiliano y francés amante, al de tu 
    excelentísimo señor destierro, con costumbre del apoyo 
    ajeno, a esta tierra mancillaste, sin importarte si al padre y 
    al hijo enfrentabas.

    No tú, de quien excelso estilo tomo, con sangre carta 
    grotesca con su mano firmaste perjurando que por su gusto 
    se arrepiente y buscando que a jóvenes novicias devotas del 
    pensar a sí mismas den sentencia.


    Será que vuelvo a equivocarme, pero no tú la guerra
    que lleva tu nombre incitaste y el perdón a cerdos y devotos 
    negaste, solo por encontrar a tus acciones culpables.

    ¿Qué acaso de tus manos garras a nuestro frágil ser 
    alejarlo algún día podremos?


    ¿Qué tan tonta y liviana, por ámbar hambre eres, que de
    Dante, Inés y María, Estiben, Albert y Leonardo, Francisco, 
    Fernando y Rius, Benito, Melchor, Valentín y Maximiliano 
    incluso de tu propio señor y muchos más que en la Historia 
    sus nombres borras, sus ideas no entiendes? pues alejas al 
    progreso para cerca del abismo estar.


    Pobre del mundo, tan lejos de Dios y tan cerca de tus
    caprichos.